El otro día mi hija me dio una vez más una lección de generosidad enorme y un post nuevo para el blog.
Ese día, ella y su hermano, sacaron todos los juguetes del baúl. Juguetes que igual no habían visto durante meses, los volvían a descubrir, disfrutando de ellos como el primer día.
Cuando estábamos recogiendo, yo le dije: “– ¿sabes que podríamos hacer si tú quieres?, podríamos dar algunos de estos juguetes con los que ya no jugáis a otros niños que no tienen juguetes y que les encantaría que les regalasen alguno”
Esperando que me contestase que no, que los juguetes eran suyos. Azahar me contestó:
“– Mami, ¿hay niños que no tienen juguetes? Pues les daremos este, y este también…”
Y en un momento llenó una bolsa con unos cuantos juguetes para otros nenes y me acompañó a entregarlos.
Mensaje aprendido
Podemos enseñarles desde pequeños a ser generosos, solidarios e interesarse por los demás, solo tenemos que buscar situaciones que desarrollen un interés social y que sean ellos los que elijan que quieren dar y a quien, de este modo lo harán con más gusto. La Navidad es un época fantástica para ello.
Hacemos una lista con posibles cosas que podemos hacer por otros, por ejemplo, cantar canciones para ancianos que estén solos, hacer galletas para la maestra, dar comida a ese perrito que siempre merodea solo por delante de casa… a miles de cosas que podemos hacer por los demás, seguro que encontráis más de una y a ellos les encanta.
¡Feliz semana!
Me encanta tu niña y tu forma de educar en familia!♥
¡Ah gracias!!! aprendo mucho de ella…
¡Qué casualidad! El otro día escribía sobre esto mismo, en relación con la recogida de juguetes que habíamos organizado en el colegio. Es increíble como sale de ellos mismos ser generosos, y compartir.
Sí, es sorprendentemente gratificante y contagioso…