Sentía que tenía que escribir sobre mi primer parto, fue tan mágico y especial que necesitaba, hoy más que nunca, sacarlo fuera.
Era un segundo domingo de pascua hace casi 4 años cuando rompí aguas sobre las 10h de la mañana. No fue una rotura completa, iba cada media hora al baño para seguir vaciando, pero no tenía contracciones así que decidí seguir con mi plan pascuero. Me fui de comida a Moraira, un lugar de la Marina Alta que os aconsejo un montón en verano porque tiene mucho encanto. Sobre las 20h de la noche llegué a casa todavía sin contracciones, cenamos tranquilamente y sobre las 22:30h – 23h decidimos mi marido y yo, irnos al hospital (fui demasiado pronto, ahora lo sé).
Me ingresaron de inmediato, y sobre las 3 de la madrugada empezaron las contracciones. Al principio eran super dolorosas, no sabía como ponerme, solo hacía que dar golpes a las paredes de la habitación. NO SABÍA COMO MANEJAR EL DOLOR.
Me pasaron al paritorio y allí, aunque al principio me tocó un matrono que me incordiaba bastante y que por cambio de turno tenía prisa en sacar a la criatura, luego fue todo a mejor.
En el cambio de turno tuve la suerte de contar con dos matronas excepcionales. La primera, Nines, bajo las persianas de la habitación, me puso música relajante, me cogió la mano y me enseñó a concentrarme en la respiración y visualizar el paso de cada contracción y enseñó a mi marido cómo tenía que hacerlo para ayudarme.
Fue alucinante el poder que tiene nuestra mente para cambiar el curso de las cosas. Las contracciones más dolorosas del parto, las pasé casi durmiendo, en un estado de relajación absoluta, sin enterarme casi.
De repente, empezó la fase “empuje” mucho más activa claro, pero la matrona que tuve en ese momento cada vez que empujaba me lavaba con agua caliente para que me doliera menos, sobretodo en el momento en el que está la cabecita ahí encajada que ni entra ni sale.
Y como un cohete disparado después de unos cuantos empujones, nació Azahar, llorando y diciendo ya estoy aquí. Recuerdo ese momento, en el que su padre la cogió y me la puso encima, fue lo más bonito que había vivido nunca.
Y vuestro parto, ¿cómo fue? ¿pudistéis concentraros en la respiración? En función de quien te toque, también va mejor o no tan mejor.
¡Feliz finde!
¡¡Qué bonita!!! Yo aún tengo que escribir el mío, os leo y pienso “qué valientes”, rompeís aguas y os vais a comer tan tranquilas… Aunque yo comencé con las contracciones de madrugada y hasta el mediodía no fuí, porque mi marido trabajó de noche, y quería que descansara un rato al llegar a casa…
jajaja!! habló la reina de la valentía, no todas aguantan con contracciones en casa, aunque creo que es mejor porque no se te hace tan largo en el hospital. Un beso!!!
La respiración fue precisamente lo único que logré controlar en todo el parto porque con eso de la inducción el resto ya no estuvo en mis manos.
Ya, es que si se meten por medio ya están en juego otras variables…yo con Aleix fue diferente porque encima era prematuro y tenían una prisa por sacármelo que no veas y claro no fue lo mismo, aunque me resistí todo lo que pude, ellos estaban super asustados, no se la juegan. ¡Feliz día!
Yo también escribí sobre mi parto, para tenerlo siempre ahí, para compartirlo… http://pequeboom.com/2014/01/12/y-llego-el-dia-del-parto/
Me alegro de que te ayudasen y qué tía siguiendo con tus planes! Eres mi ídola! Jejeje
¡¡Mil gracias!! la verdad es que fue una gran experiencia y te das cuenta que si no la escribes vas perdiendo detalles de ese momento. ¡Feliz día!
Me viene a la mente mi parto … y madre mía!!!
Jorge (mi hijo) y yo no tuvimos la suerte de encontrar a profesionales que quisieran ayudar!!!
Después de nueve años, mi miedo a ese momento creo que ha descendido bastante y … tengo la suerte de estar de nuevo embarazada.
Mi gran deseo, cuando llegue el gran día tenga la suerte de encontrar a profesionales que quieran ayudarnos en el proceso y no acabar el turno.
Ojalá sea así!! la verdad es que te tranquiliza mucho!! suerte y mucho ánimo!