¿Vistéis el programa de REDES ayer? Elsa Punset entrevistó a René Drekstra, para hablar sobre las ventajas que tiene la educación emocional en los más pequeños y lo importante que es invertir en ella para un futuro con éxito y feliz. Podéis verlo aquí.
La educación emocional deberíamos empezar a llevarla a cabo desde el útero materno. Los niños a partir de los 4-5 meses ya empiezan a sentir y durante 9 meses nos sometemos a todo tipo de controles físicos para el bebé y la mamá, pero ¿alguien se ha preocupado del estado emocional de la mamá embarazada? ¿Somos conscientes de hasta que punto afecta el estrés de la madre a su bebé?
Mi pequeño Aleix, fue prematuro, nació con 33 semanas debido al estrés que llevé yo durante las últimas semanas de embarazo. Es posible evitar esto si la madre aprende también a gestionar sus emociones y su estado de ánimo y conoce de antemano cómo afecta esto a su bebé.
Una vez ha nacido el bebé debemos seguir educándole emocionalmente con nuestro cariño, nuestro ejemplo, y cuando el niñ@ alcanza la edad de 2-3 años es ideal para enseñarle a conocer sus emociones y empezar a gestionarlas, enseñarle a ser empático, a ser responsable de sus actos, a tomar decisiones…siempre dentro de sus límites porque si no lograríamos un niñ@ frustrado.
Los niños que conocen sus emociones y saben gestionarlas no solo obtendrán mejores niveles académicos, sino que estarán más preparados para la vida laboral, tendrán mejores habilidades para relacionarse con los demás y serán capaces de tomar decisiones responsablemente.
¿Qué podéis hacer vosotros, papás, para promover este tipo de educación?
Debéis convertiros en sus “entrenadores de emociones”, motivando a vuestros hij@s a mostrar sus sentimientos.
– Brindar elecciones y ayudarles a encontrar diferentes soluciones a un mismo problema explicándoles las ventajas y desventajas de cada solución
– Enseñarles a conocer sus emociones y gestionarlas adoptando prácticas de aprendizaje diario
– Asegurarse de que las consecuencias de sus actos sean justas, adecuadas y constantes.
– Motivarles a compartir y ayudar a los demás, predicando con el ejemplo.
– Enseñarles a preocuparse por lo que sienten los demás en determinadas circunstancias.
Nuestra caja “¿cómo te sientes?” os puede ayudar en el tema, ya que aprendéis juntos a través del juego a conocer las distintas emociones, gestionarlas, trucos para el día a día qué tipo de consecuencias son justas.
¡Feliz Lunes!!